Hacer deporte con el calor resulta más difícil y agotador que con temperaturas más bajas y mantener nuestro estilo de vida saludable puede ser complicado.
Sin embargo, ¡no es imposible! Y no tenemos por qué estar a dieta ni haciendo el mismo ejercicio que el resto del año. Podemos disfrutar y mantener nuestro estilo de vida saludable a la vez. Te contamos algunos consejos.
1. No dejes de entrenar
Podemos tomarnos las vacaciones y el verano con más calma, pero si no queremos perder todo el esfuerzo que hemos hecho durante el resto del año, podemos mantener nuestro deporte con una menor intensidad en nuestras vacaciones.
Te recomendamos un entrenamiento que puedes hacer en cualquier parte y sin ningún material, estamos hablando de entrenar con tu propio cuerpo, de esta manera podrás regular la intensidad y tus tiempos.
Lo único que necesitas es aprender los ejercicios que más te gusten y con los que más músculos trabajen y ¡ponerle actitud!
2. Crea un entrenamiento de mantenimiento
Irse de vacaciones nos quita mucho tiempo para cuidarnos, pero si tenemos voluntad podemos crear nuestro propio entrenamiento de mantenimiento y sacar al menos 15 o 20 minutos al día (o cuando podamos). No nos olvidemos que también es importante desconectar y disfrutar, pero con poco tiempo y un poco de ganas podemos mantener nuestra forma física durante las vacaciones.
Lo más importante es que aunque hagas poco ejercicio y en poco tiempo, trabajes todo el cuerpo.
3. El verano y el calor pueden abrirte las puertas a nuevos deportes
Hacer ejercicio en verano a veces cuesta más, a causa del calor, sin embargo, las opciones de deporte también se multiplican y nos harán disfrutar un poco más del verano. Estos son algunos deportes populares durante el verano.
- Rafting.
- Kayak.
- Descenso de barrancos.
- Surf.
- Paddle surf.
- Natación.
- Piragüismo.
- Buceo.
- Kitesurf.
- Esquí acuático.
- Vóley-playa.
4. Hidrátate mucho
Al hacer ejercicio, es imprescindible contrarrestar los efectos del sol y el calor, hidratándose lo máximo posible, al igual que cuando sea posible, refrescarse partes como la cabeza y la nuca.
También es importante aumentar la ingesta de vegetales crudos, ya que, además de proporcionar una mayor hidratación, son ricos en vitaminas y antioxidantes y son muy beneficiosos para la salud.
5. No hace falta hacer dieta, pero ¡ten cuidado!
Para no notar cambios muy bruscos en tu cuerpo, intenta elegir comida que te guste, pero entre las opciones escoger las más saludables.
Sabemos que no es fácil controlar las comidas si estamos de vacaciones, por eso podemos contrarrestarlo con un aumento de consumo de hojas verdes, hortalizas y fruta junto con las comidas más copiosas.
Hay comidas populares como los pescaditos, la paella o pinchos que los encontramos fácilmente en los restaurantes y chiringuitos y que son saludables.