El 80 % de las mujeres que acuden al ginecólogo está relacionado con infecciones vaginales, desencadenadas por un desequilibrio en la flora vaginal.
En verano, tras estar en la playa, piscina o bajo un excesivo calor, aumentan los casos de infecciones.
Las infecciones vaginales en la mayoría de los casos es posible prevenirlas con cuidados básicos. Te contamos cómo funciona la flora vaginal y por qué es tan importante su cuidado.
¿Qué es la flora vaginal y cuál es su función?
La flora vaginal, también llamada microbiota vaginal, es un grupo de bacterias beneficiosas localizadas en la zona íntima de la mujer, las cuales tienen la función de proteger a la mucosa vaginal de enfermedades e infecciones. Esto lo hace, frenando la entrada de bacterias nocivas para el organismo.
Las bacterias más importantes que protegen la flora vaginal, son los Lactobacillus.
Además de bacterias, la flora vaginal está compuesta de hongos, en su mayoría, probióticos y prebióticos, protectores de la salud de la vulva.
Enfermedades que causa un desequilibrio en la flora vaginal
Cuando se desequilibra la flora vaginal, los microorganismos pueden destruir las bacterias beneficiosas y desencadenar en estas afecciones u enfermedades:
- Vaginosis bacteriana: esta enfermedad provoca una entrada masiva de bacterias dañinas, alterando el flujo vaginal y provocando inflamación y dolor al orinar.
- Candidiasis: esta enfermedad es provocada por los hongos conocidos como “levaduras” (Cándida), afectando a la zona vaginal. Los síntomas de la candidiasis son: dolor, picazón y un cambio en el flujo vaginal, tomando un color más blanco y con olores fuertes.
- Infección vaginal: es una de las afecciones más comunes entre las mujeres, provocando dolores vaginales, hipersensibilidad, disfunción del flujo vaginal, enrojecimiento y sensación de ardor y quemazón.
- Infección Fúngica: también provocada por hongos, alterando la apariencia de la piel, produciendo picazón, olores fuertes, una secreción anormal, etc.
Causas de las alteraciones en la flora vaginal
La vagina en condiciones normales conserva el ecosistema de microbio en buenas condiciones, previniendo infecciones, pero este se puede desequilibrar, alterando la acidez de la flora. Es cuando surgen las infecciones por hongos, levaduras o bacterias y estas son algunas de las causas más comunes:
- Consumo de antibióticos: el uso excesivo o incorrecto de los antibióticos puede matar a las bacterias beneficiosas de nuestra flora vaginal. Es una de las causas más comunes y evitable tomando las medidas necesarias mientras dure el antibiótico.
- La edad.
- La menopausia.
- Menstruación. Durante el ciclo menstrual, las bacterias de la flora disminuyen, por lo que es más posible contraer infecciones.
- Relaciones sexuales sin preservativo.
- Demasiada higiene en la zona.
- Si ya se ha desarrollado una infección, no deben utilizarse nunca tampones.
- La alimentación.
- Los pantalones muy ajustados o la ropa interior que no transpira bien, pueden provocar infecciones o irritaciones.
La mayoría de estas causas son evitables. Te contamos cómo evitar estas situaciones en los siguientes epígrafes.
¿Cómo recuperar la flora vaginal dañada?
Ante alguno de los riesgos de que se produzca un desequilibrio en la flora vaginal, es importante prevenir.
- Mejora tus hábitos alimenticios, aumentando el consumo de frutas, legumbres, verduras y semillas. Reducir el consumo de refrescos y de alimentos procesados.
- Probióticos. Puede introducirlo con alimentos o con suplementos alimenticios. Los probióticos impiden la entrada de microorganismos malignos, causantes de los desequilibrios en la flora y que causan infecciones. Estos, también restablecen la flora una vez dañada y evitan una nueva recaída.
- Realizar deporte.
- Beber mucha agua.
- Evitar el consumo de tabaco y de alcohol.