El insomnio es un trastorno del sueño bastante común en la sociedad. Consiste en la reducción de la capacidad para dormir pudiendo manifestarse de diversos modos. Podemos padecer insomnio de inicio, con el que tenemos problemas para conciliar el sueño en menos de 30 minutos; o insomnio de mantenimiento, con el que se producen despertares continuos durante la noche de más de 30 minutos de duración o despertándonos completamente habiendo tenido un tiempo de sueño escaso. Ambos tipos de insomnio afectan negativamente a nuestro día a día, haciendo que nos sintamos cansados, minando nuestro estado de ánimo y afectando a nuestra salud y desempeño en el trabajo o en las labores cotidianas.
Tipos
Los tipos de insomnio varían según la prolongación de este.
Crónico: Si dura más de seis meses hasta llegar a los años.
Transitorio: Si se produce durante un corto periodo de tiempo menor a un mes.
Lo cierto es, que el insomnio crónico suele venir precedido, en la mayoría de los casos, de periodos de insomnio transitorio. Estos suelen ser producidos por acontecimientos estresantes pero que no mejora ni cuando los factores estresores han sido eliminados.
Además, el preocuparnos por el factor de sueño, hace que nuestro estrés aumente, lo que provoca una evolución en el insomnio. Así, por ejemplo, aquella persona que sufre dificultades para dormir por alguna situación específica, pero sigue su rutina sin preocuparse por ello, no sufrirá el insomnio crónico que puede sufrir una persona que sí que se preocupa por ello.
Causas
Estrés: Las preocupaciones del día a día pueden mantenerte en actividad durante la noche, lo que dificulta la conciliación del sueño. Los acontecimientos estresantes o traumáticos como la muerte de un ser querido también pueden provocar el insomnio.
Cena en exceso: Comer en exceso antes de acostarnos puede ocasionar molestias físicas cuando estás acostado. La acidez estomacal provocada por la cena también es una de las causas que te mantienen despierto.
Horarios: Los ritmos circadianos actúan como un reloj que regula el metabolismo y la temperatura corporal, por lo que un cambio continuo en los horarios de sueño puede alterar estos ciclos, provocando una alteración en el sueño.
Cafeína y alcohol: Como bien sabemos, las bebidas con cafeína como el café o bebidas cola son estimulantes, lo que no ayuda nada a la hora de dormir. Por otro lado, el alcohol impide que se almacenen las fases de sueño más profundas, lo que hace que te despiertes en medio de la noche.
Medicamentos: Muchos fármacos recetados pueden afectar a la conciliación del sueño, por eso, es conveniente preguntar al farmacéutico sus efectos.
Trastornos relacionados con el sueño: La apnea del sueño, por ejemplo, hace que se produzcan pausas respiratorias durante la noche lo que interrumpe el sueño. El síndrome de piernas cansadas produce un deseo casi irresistible de moverlas, lo que también afecta a la conciliación del sueño.
Cómo combatirlo
Evita el ejercicio intenso antes de dormirte: El deporte genera endorfinas que impiden la conciliación del sueño. Por ello, es recomendable dejar de practicar deporte a partir de las ocho de la tarde. En cambio, practicarlo durante el día sí que es muy aconsejable ya que la actividad física hace que liberes energía y concilies mejor el sueño por la noche.
Consume alimentos que faciliten el sueño: Busca alimentos ricos en triptófano como los plátanos, los huevos o la leche.
Establece rutinas: Intenta irte a la cama siempre a la misma hora. Además, si coges el hábito de darte una ducha de agua templada, incrementarás la temperatura corporal, a lo que seguirá un enfriamiento compensatorio que ayuda a conciliar el sueño.
Crea un ambiente relajado: Tu habitación debe estar acondicionada para el reposo. Por ello se recomienda regular la luz y evitar la radio, televisión o teléfono móvil.
Evita factores que puedan despertarnos: Cierra las ventanas para evitar los ruidos externos y baja la persiana hasta una altura considerable para evitar un exceso de luz. También es aconsejable no dejar en la habitación el teléfono móvil ni dormir con mascotas.
Plantas medicinales: Cuando el insomnio es ocasional, existen múltiples plantas medicinales que nos ayudan a conciliar el sueño como la pasiflora o la valeriana.